Desde hace 55 años, la participación de los mineros en el docenario en honor a la Virgen de Guadalupe, con la tradicional peregrinación de las antorchas, le ha dado un toque único a esta celebración.

Cientos de antorchas que portan los fresnillenses iluminan las calles de El Mineral cada 11 de diciembre y la acción es encabezada por los mineros que salen desde la empresa Fresnillo PLC.

En esta peregrinación también participan las empresas constructoras y proveedoras del sector minero, así como diversas bandas de guerra, de música y danzas para agradecer los favores obtenidos durante este año.

Carlos López Gámez, presidente del Centro de Investigaciones Históricas de Fresnillo AC, precisó que los fresnillenses han mostrado la devoción a la Virgen desde 1868 y fue hasta 1959 que se integraron los trabajadores de la industria metalúrgica.

López Gámez argumentó que el “fuego guadalupano”, como denominó la devoción de la población en El Mineral, ha tenido un sello único con la inclusión de las antorchas, en una de las peregrinaciones más largas del docenario, pues los participantes recorren la mayoría de las calles del primer cuadro de la ciudad.

“El fuego guadalupano es algo muy nuestro, especial, muy característico de Fresnillo, desde el segundo año en el que participaron los mineros, las familias, creyentes o no creyentes se han sumado a esta festividad en honor a la Virgen de Guadalupe”, enfatizó.

Aseguró que en el caso de El Mineral existen diversas actividades que, con el paso de los años, se han sumado para crear una celebración que no se da en otros estados del país, pues aparte de la peregrinación de las antorchas, se llevan a cabo 46 rosarios previos a los 12 días de peregrinaciones.

El historiador precisó que las primeras celebraciones terminaban en la iglesia de Nuestra Señora de la Purificación y fue hasta 1974 que se colocó la primera piedra del que actualmente es el templo en honor a la Morenita del Tepeyac, que fue terminado hasta 1970.

Además, detalló que desde hace 30 años, un grupo de deportistas originarios de El Salto, Durango, han venido a Fresnillo para obtener el fuego guadalupano y portarlo en antorchas en una peregrinación hasta el estado del que provienen.


FUENTE: ntrzacatecas.com