La refinería de Torreón, propiedad de Peñoles, fue aportó 100% de la producción mexicana de plomo primario y cerca de 80% del volumen correspondiente a Latinoamérica, informó la Cámara Minera de México (Camimex).

La refinería está integrada a una fundición situada en el mismo sitio, la cual cuenta, a su vez, con un grado de integración hacia minas de alrededor del 55%, considerando las operaciones de su subsidiaria de metales preciosos, Fresnillo plc, y es posible que esta proporción aumente conforme se incremente la producción minera de ambas compañías.

Esta sinergia contribuirá a incrementar el superávit de México en producción de concentrados de este metal.

El plomo primario sólo representa una parte del refinado total. El secundario (reciclado) es importante en México, concentrando cerca de 65% del total. A nivel Latinoamérica, la producción de plomo secundario significó cerca de 80% del refinado total en 2015, valor que se ha visto en cierta medida influenciado por el cese de operaciones de La Oroya, en 2014.

La producción minero-metalúrgica de plomo, de acuerdo con el Inegi, fue de 212,900 toneladas, lo que equivale a un incremento de 8.2% respecto a la producción de 2014.

En valor fue de 6,000 millones de pesos, equivalente a una participación de apenas 2.8% del valor total de la producción minero-metalúrgica de México. El monto reportado para 2015 representa un incremento de 9.6% respecto a 2014, apuntalado (además del aumento en la producción), por la depreciación del peso.

La producción de plomo refinado proveniente de operaciones conocidas como “primarias” o “mixtas”, es decir de aquellas que están enfocadas a tratar principalmente concentrados, ascendió a 6 millones de toneladas a nivel mundial en 2015; considerando la producción en refinarías secundarias, el volumen total asciende a 10.1 millones de toneladas.

Con un volumen de 330,000 toneladas (incluyendo un estimado para la producción de plomo secundario), México ocupó el sexto lugar, y su participación significó cerca de 3% del global; China es por mucho el mayor productor, con una contribución de 48% del total.

La producción de plomo primario de Latinoamérica es modesta en el contexto mundial, con un volumen de 150,000 toneladas anuales en 2015, que representó una participación de 2.5% del total global. Tres refinerías primarias tuvieron operación en la región en 2015; siendo la de Torreón, la única de escala considerable.