Los precios del oro subieron el viernes 1.4%, a un máximo de casi dos semanas tras un débil dato de inflación, lo que reafirmó las dudas respecto a que la Reserva Federal vaya a subir las tasas de interés nuevamente este año.

Los precios al consumidor en Estados Unidos se mantuvieron sin cambios en junio y las ventas minoristas cayeron por segundo mes consecutivo, pero la economía habría cobrado impulso en el segundo trimestre tras un desempeño flojo a comienzo de año, ya que otro dato mostró que la producción industrial repuntó el mes pasado por un alza en los sectores minero y fabril.

El oro al contado subió 0.96%, a 1,228.61 dólares la onza. En la semana subió 1.3%, su mayor ganancia semanal desde mayo.

Los futuros del oro en EU para entrega en agosto ganaron 0.84%, a 1,227.50 dólares la onza para acumular un alza semanal de 1.5%, la primera vez en seis semanas que cierra en terreno positivo.

Los datos del viernes respaldaron las expectativas de que la Reserva Federal podría ralentizar su ritmo de alzas de tasas por la ausencia de señales de inflación. Algunos analistas esperaban otra alza de los tipos este año.

La debilidad del dólar impulsó al oro, haciendo que la materia prima denominada en esa moneda sea más barata para quienes poseen otras divisas.

Entre otros metales preciosos, la plata subió 1.79%, a 15.94 dólares la onza, para cerrar la semana con un alza de 2.3 por ciento.

Por su parte, el paladio ganó 0.81%, a 858.65 dólares la onza, sumando 2.4% en la semana; mientras que el platino avanzó 1.68%, a 916.65 dólares la onza para cerrar la semana con una ganancia de 1.5 por ciento.